Tu Guía de Alimentación Con Fórmula

Tu Guía de Alimentación Con Fórmula

¿Cuánto debe comer el bebé? Alerta de spoiler: cada bebé es diferente. Saber cuánta fórmula necesita tu bebé dependerá de su edad, peso y apetito. Y una vez que se introducen los sólidos, la cantidad cambia nuevamente. Para ayudarte a encontrar la respuesta, reunimos algunas pautas de alimentación infantil en esta guía de alimentación con fórmula.

¿Cuánta fórmula necesita el recién nacido? Déjate guiar

Al igual que los bebés amamantados, los bebés alimentados con biberón saben cuándo tienen hambre y cuándo han tenido suficiente. Pero la diferencia entre teta y biberón es que, con los biberones, estás a cargo de medir la fórmula y llenar la botella.

Esto significa que tener una guía aproximada de alimentación con fórmula para cada etapa del desarrollo del bebé puede ser muy útil. Aunque hay varias advertencias en lo que respecta a la cantidad de fórmula que necesita tu bebé (por ejemplo, edad, peso, apetito), siempre querrás saber si estás dándole las cantidades adecuadas.

Por supuesto, la mejor manera de avanzar es seguir sus señales de hambre y alimentación para sincronizarte con su apetito. Si bien debes vigilar las onzas, no te obsesiones con los números. Lo más importante es que tu bebé aumente de peso a un ritmo saludable y moje y ensucie los pañales como un campeón.

En este articulo 📝

  • ¿Cuánta fórmula necesita el recién nacido? Déjate guiar
  • ¿Se puede sobrealimentar a un bebé con fórmula?

Entonces, ¿cuánta fórmula necesita un bebé?

¿Cuánto debe comer un recién nacido? ¿Cuánto debe comer un niño de 5 meses? Para recién nacidos y bebés (menores de 6 meses), la regla general para medir la fórmula es alrededor de dos onzas y media por libra de peso corporal al día.

Esto significa que si el bebé pesa 10 libras, debe consumir alrededor de 25 onzas de fórmula durante un período de 24 horas. Esto equivale aproximadamente a 3 o 4 onzas cada cuatro horas.

Algunas cosas que vale la pena tener en cuenta:

  • Los bebés más grandes beben más que los bebés más pequeños (¡sorpresa!).
  • Al igual que su propio apetito, los niveles de hambre de tu bebé pueden variar de un día para otro.

En resumen, no existe una fórmula mágica para la fórmula. En su lugar, presta atención a lo que el bebé necesita. Las señales comunes de hambre, como chuparse los dedos o las manos, acariciarte los senos o girar la cabeza y abrir la boca cuando le tocas la cara (el “reflejo de búsqueda”) indican que el bebé tiene espacio para más. Por el contrario, si el bebé se pone inquieto y/o se distrae durante la alimentación, generalmente significa que se ha saciado.

Guía de alimentación con fórmula: ¿cuánto debe comer un bebé?

Si aún no estás segura de cuánta fórmula debes darle a tu bebé en las etapas clave de desarrollo, puedes usar esta práctica tabla de alimentación con fórmula. (Recuerda, esta es solo una guía aproximada y tu bebé puede necesitar más o menos alimento).

Una vez que hayas introducido alimentos sólidos alrededor de los 6 meses, intenta reducir la cantidad de fórmula que le das al bebé. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) sugiere limitar su ingesta total a no más de 32 a 36 onzas durante un período de 24 horas.

¿Se puede sobrealimentar a un bebé con fórmula?

Ya sea que sean amamantados o alimentados con biberón, los bebés saludables tienden a beber (y eventualmente a comer) hasta que están llenos y luego dejan de hacerlo.

Sin embargo, los bebés alimentados con fórmula a veces pueden tragar más, más rápido porque les resulta más difícil controlar el flujo de leche del biberón, por lo que no se dan cuenta de que están llenos hasta que ya han comido más de lo que necesitan. Además, si malinterpreta su inquietud, gases o aburrimiento por hambre, a menudo es más fácil presionarlo (sin querer) para que tome una alimentación adicional de un biberón que del pecho.

La buena noticia es que las señales de sobrealimentación son bastante fáciles de detectar y corregir:

  • Una señal clara de sobrealimentación es el peso excesivo (es decir, su peso supera el adecuado a su altura en la tabla de crecimiento). Por lo general, esto se detectará en uno de sus controles regulares, que es el mejor lugar para analizar las necesidades de alimentación con fórmula de su bebé.
  • Otra pista fácil de notar es la regurgitación frecuente. Si estás llenando en exceso la diminuta barriga de su bebé, solo hay un lugar al que irá esa fórmula, y es por donde vino.
  • La caca de bebé acuosa o de olor fuerte puede ser el resultado de la sobrealimentación.

Puedes evitar darle demasiada fórmula a tu bebé aprendiendo sus señales únicas de hambre y saciedad. Y si te preocupa la sobrealimentación, o si crees que tu bebé no está comiendo lo suficiente, habla con su pediatra. Tu especialista te ayudará a encontrar el equilibrio adecuado para seguir adelante.

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