Alimentación Complementaria

Hablemos de alimentación complementaria (AC). Son muchas las mamás que me han hablado y me han pedido consejo al respecto, sobre todo en estos días de contingencia. Veamos: La alimentación complementaria es el inicio de los alimentos que no son leche en la dieta del bebé. Es muy importante, porque de esto puede depender que el bebé coma bien o mal en el futuro, y por lo tanto de que tenga una buena o mala nutrición. En este tema, las cosas han cambiado mucho a lo largo de los años y seguirán cambiando conforme más se estudie y haya más evidencias. Por otro lado, si hay un aspecto de la crianza con más mitos, errores, conceptos obsoletos y modas pasajeras es este. Es alrededor de la AC cuando todas las tías y abuelas opinan metiendo su cuchara, a veces literalmente, en la boca del bebé. Todas quieren que el niño se coma lo que ellas pretenden que se debe comer y son capaces, me consta, de darle al pobre escuincle hasta “coca cola” si la mamá se descuida. “…que al cabo no le pasa nada, mira, al niño de la vecina le daban fanta de naranja y está bien ponchado”, dirán. Nunca he entendido por qué, cuando un bebé va empezar su AC todo mundo se convierte en experto. En fin, cuidado mamás, mucho ojo. No hablaré aquí del “baby led weaning” (BLW) Antes hay que pensar en lo siguiente: la AC es toda una experiencia para tu bodoque. Se expondrá a un montón de estímulos nuevos: aromas, colores, formas, texturas y sabores que pueden resultarle demasiado divertidos como para ponerse a comer. Es muy probable que prefiera ponerse a jugar y casi seguramente eso hará, así que déjalo. No insistas en estarle limpiando la boca cada cucharada porque se enojan, y no pretendas obligarlo a comer. Déjalo jugar. Si quiere embarrarte y embarrarse de papilla de zanahoria, adelante. Después te bañas y lo bañas, si quiere aventar la comida o meter las manos en el plato déjalo. A esta edad, con la comida sí se juega. Si consigues que la hora de la comida sea para él una hora de alegría y regocijo, tu bebé comerá mucho mejor de todo lo que le ofrezcas después, cuando madure un poco. Si por obligarlo a comer o pretender mantenerlo limpio (imposible, por cierto) te la pasas hostigando, harás de la hora de comer un momento de estrés y desagrado. Tu niño comerá mal en el futuro. Recuerda: la “Alimentación Complementaria” es “complementaria”. El principal alimento de tu bebé seguirá siendo la leche hasta el año de edad. Qué hacer: Sigue los consejos de tu pediatra, pero, si te dice que no le des huevo hasta el año y que empieces por colores, busca otro pediatra. Está obsoleto. Hay que iniciar a los 6 meses, según la OMS, aunque aquí sí, cada caso debe individualizarse. Lo de los seis meses es en términos generales. Debemos iniciar con todos los grupos: frutas, cereales, verduras, leguminosas (son las que vienen en vaina), cárnidos (aves, pescado, res y puerco) y huevo. Es importante no retrasar los alimentos que contienen más hierro, para evitar anemias. Estos son las carnes, las leguminosas (frijoles y lentejas) y el huevo, pero ningún grupo debe retrasarse, porque debemos alcanzar una dieta balanceada lo antes posible. Para eso, sigue siendo vigente la regla de los tres días. Es decir, iniciar un alimento nuevo cada tercer día. Es recomendable iniciar un alimento de diferente grupo cada tres días, por ejemplo, si inicias con pollo, dale pollo tres días, si todo estuvo bien, no hubo ronchas, reacciones, o cualquier inconveniente, el pollo estará ya incluido. Luego inicia con otro alimento de otro grupo, por ejemplo una fruta. Dale manzana (o la fruta que quieras) tres días (con o sin pollo) y luego pasa a otro grupo, por ejemplo leguminosas. Puede ser el frijol, por el hierro. Y así sucesivamente. Ampliando un poco más: Frutas: todas sin excepción. No hay razón para evitar fresas, frutos rojos ni cítricos. Verduras: Todas sin excepción, pero las verduras de hojas verdes, como las acelgas y las espinacas deben de ser en poca cantidad, porque pueden provocar problemas si son en exceso. Leguminosas: todas sin excepción. No retires los pellejos del frijol, lo del empacho son cuentos de tu tía Gertrudis. Cereales: todos sin excepción. Procura los naturales. Huevo: Puede darse desde los 6 meses, completo, cocido y aplastado para hacerlo papilla al principio. Carnes: todas. Pueden hacerse papilla cociéndolas y licuándolas con su propio caldo. ¿Agua? Sí, a partir del inicio de la AC, puedes ofrecerle agua a tu bebé. Él sabrá cuanta sed tiene y cuánta agua natural beber. (Sólo agua natural). Qué no dar: * No jugos. Ni naturales ni procesados. Estas últimas de preferencia nunca. Son pura azúcar. * No agregar sal ni azúcar a los alimentos. * No miel antes de los dos años. Es peligrosa por el botulismo (enfermedad grave) y además no se necesita, es demasiado dulce. * La leche entera no deberán tomarla hasta el año de edad. * Por ningún motivo permitas que tía Gertrudis le de coca cola. ¿Cómo preparar? A los seis meses, papillas coladas. A los 7 meses, picados; a los 8 meses, trocitos; a los 9 meses, podrás ofrecerle bastoncitos o deditos de alimento, pero blandos. Los trozos duros pueden causar accidentes. La alimentación complementaria es algo entre tú y tu bebé. Tienes todo el derecho a mandar al cuerno a los metiches. Disfruta mucha esta etapa, que es una de las más divertidas y después de las más entrañables, de las que se recuerdan con más cariño. Puedes hacer de esto algo realmente emocionante. Fuente: Dr. Alberto Estrada Reyes
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Jejejeje mi mejor compañera terapeuta bse llama GERTRUDIS jejejje no le diré que les esté artículo jijijiji

jajajajja

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