Desahogo
Son las 7 de la mañana, despierto con apenas dos horas de sueño después de estar atendiendo a mi bebé en la madrugada mientras mi esposo dormía, tengo media hora para plancharle su ropa porque hoy le toca trabajar todo el día, y preparar algo de desayunar para los dos mientras él se baña y arregla.
7:45 am, él se va y reviso que la bebé sigue dormida para poder hacer algo de quehacer, en la banqueta hay un matorral que no he podido limpiar porque no tengo herramientas, toca ingeniarselas con unos guantes de cocina y un cuchillo que ni filo tiene.
8:30 am, la bebé se despertó y toca atenderla, dejando a medias el matorral de afuera.
9 am, recibo un mensaje de mi familia que por el día del niño y el puente quieren venir a visitarnos, así que debo dedicarme a limpiar la casa en lo que hacen de camino y para mi suerte tengo bastantes horas a mi favor porque vienen desde otro estado. Decidí empezar en el cuarto, porque desde que llegamos de mi ciudad natal (después de pasar la cuarentena) no he podido ni tenido tiempo para sacar mi ropa de las maletas.
10:30 am, ya logré ordenar la ropa limpia, meter a la lavadora lo sucio y recoger algunas cosas que estaban en el tocador, bajo por la escoba y el trapeador para empezar a hacer limpieza.
11 am, la bebé se despertó de nuevo, mientras estoy dándole pecho escucho que afuera pasan unas señoras hablando y diciendo algo como "que bueno que al fin limpiaron el matorral, pero les faltó terminar".
Y aquí estoy yo, sola, cayendome de sueño e inmóvil por estar dando pecho, ya sé que me faltó terminar el matorral, todavía me falta limpiar la casa, limpiar baños, la cocina con los trastes sucios de anoche, ordenar los cuartos donde acomodaré a la familia que viene de visita, limpiar el patio que está lleno de tierra, tender la ropa que ya salió de la lavadora. Me siento cansada y triste tras haber escuchado a unas señoras desconocidas hablar por hablar.
Hola! Te mando un abrazo a la distancia Te entiendo perfectamente; hay dias que dejó trastes sucios, olvido sacar la ropa de la lavadora, mis perrhijos me avientan sus platos para darles de comer, y mil cosas más; solo te digo: no te preocupes. Eres mamá, no pulpo. Hacemos lo que podemos, con el tiempo y las herramientas que tenemos a nuestra disposición. Y que no te quite el sueño el "que dirán", creo que la mayoría empezamos así y la familia también comprende esta etapa, y por lo general ayudan cuando van de visita. Calma, respira. Recuerda que esta etapa es temporal, y también hay que disfrutarla.