Querida Mamá…

Se que hay días en los que sientes que no puedes más, que el peso del mundo se ha vuelto demasiado grande para tus hombros cansados. Pero permíteme recordarte cuán valiente y fuerte eres. Tú eres la personificación del amor incondicional, capaz de dar sin esperar nada a cambio. En los momentos en los que te encuentres al límite, cuando sientas que estás a punto de tirar la toalla, recuerda que eres un faro de luz en la vida de tus hijos y de aquellos que te rodean. Tus sacrificios y esfuerzos son un testimonio del amor desinteresado que llevas en tu corazón. Aunque puedas sentirte agotada, quiero que sepas que eres suficiente. Eres suficiente como madre, como mujer y como ser humano. No hay nadie más capaz de criar y amar a tus hijos como tú lo haces. Así que, respira hondo y recuerda que cada día es una oportunidad para empezar de nuevo. Confía en ti misma y en el amor que te impulsa. Tus hijos te necesitan, y aunque pueda parecer difícil en ocasiones, eres la mejor madre para ellos. No olvides que también eres importante. Cuida de ti misma, date permiso para descansar y recargar tus energías. No hay nada egoísta en cuidar de ti misma, porque cuando estás bien, puedes ofrecer lo mejor de ti a los demás. Ánimo, querida madre. No estás sola en este viaje. Hay muchas mujeres que han pasado por lo mismo y han encontrado la fuerza para seguir adelante. Eres más fuerte de lo que crees, y este mundo es un lugar mejor gracias a tu amor incondicional. Recuerda siempre que eres amada, valorada y apreciada. No importa cuántas veces sientas que has fallado, tu amor nunca fallará. Sigue adelante, confía en ti misma y nunca olvides el poder que tienes para cambiar vidas con tu amor de madre." Espero que estas palabras te brinden aliento y te inspiren a seguir adelante.