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Hola amigos: “Doctor, Tomasito se acaba de terminar el antibiótico y ya tiene fiebre otra vez…” “Doctor, a Margarita no se le quitan los mocos…” “Doctor, apenas se le quitó la gripa ayer, pero ahora trae diarrea…” “Doctor, es que ya lleva tres días con fiebre, dele algo por favor” “Doctor, es que por la noche se le tapa la nariz y no duerme nada ni nosotros tampoco” ¿Te identificas con alguna de estas situaciones? Si tienes niños menores de cinco años estoy seguro que sí. Así son los inviernos. Los niños sanos, normales, inmuno-competentes (coloquialmente “con defensas normales”), bien alimentados y vacunados también se enferman y se vuelven a enfermar. Estadísticamente un niño menor de cinco años se enferma entre 6 y 12 veces por año. Y la mayoría de esas enfermedades serán entre los meses de octubre hasta abril. Si le echas números, comprenderás que en esta temporada tu angelito puede estar enfermo cada 15 días. La mayoría de esas enfermedades serán cuadros virales, tanto de vías respiratorias como gripes, bronquiolitis, laringotraqueitis (crup), etc., o serán también gastroenteritis con diarrea, vómito y fiebre. Aunque menos frecuentes, habrá también faringoamigdalitis bacterianas (garganta), con mal estado general, ganglios dolorosos, placas en la garganta, fiebre elevada. En tales casos, se requerirá antibiótico. Cada caso debe de ser valorado de manera individual por su pediatra. Sí, puede ser que después de un esquema completo de antibiótico bien indicado, tu nene empiece de nuevo con fiebre por un cuadro viral, respiratorio o digestivo. Puede ocurrir, y ocurrirá, que los mocos se queden ahí, como parte del inventario hasta el mes de abril. Recuerda que están cumpliendo una función de defensa, por más pegajosos y verdes que se vean, si el niño anda corriendo y jugando, sin fiebre y feliz, esos mocos pueden ser normales. Puede pasar que después de un “gripón” tu Tomasito empiece con diarrea, justo cuando pensabas que ya la habías librado… También puede ser normal que la fiebre le dure tres, cuatro, cinco días o más. Las infecciones virales pueden ser así. Deberás estar en comunicación con tu pediatra, para descartar complicaciones, pero la fiebre en sí no es un problema, sino parte de la solución. Recuerda que también es un mecanismo de defensa. Las noches de nariz tapada y mal dormir seguirán por un tiempo, pero: ¡Ánimo! Ya es febrero… así crecen. Si a tu niño le ha pasado o le está pasando todo esto, no significa que no lo estés cuidando o que sea enfermizo. Significa que es un niño normal en invierno. No descuides y no sobreprotejas, encontrar ese equilibrio es el “arte de las artes”: El arte de ser madre, de ser padre. ¿Qué puedes hacer? Lavar las manos con frecuencia, dar seno materno, vacunar, alimentar sanamente, acudir a las consultas oportunas, leer y consultar material serio y bien documentado. Todo eso ayudará. Pero si no vacunas, no cuidas la higiene, no alimentas bien, no acudes al pediatra, no te preparas como padre responsable, entonces estás sacando boleto… Fuente: Dr. Alberto Estrada Retes. ¡Saludos!